Los procesos participativos en términos generales tienen que contar con varias cosas fundamentales:
– Un buen sistema de información y documentación de los procesos generados, al alcance de cualquier ciudadano.
– Técnicas de participación creativas y adaptadas a cada colectivo, o, pensadas de forma universal: para jóvenes, infancia, mayores, minorías…
Realizar trabajo comunitario por barrios, facilitando que los diferentes agentes presentes en estos territorios creen procesos internos de participación, es una herramienta básica para construir desde abajo hacia arriba, implicando no solo a la ciudadanía sino también a los profesionales y administraciones. Partir de diagnósticos participativos por barrios, consensuados por todos, es la forma más adecuada de hacer políticas sociales con éxito, porque si nos equivocamos, lo hacemos todos.
Por lo tanto, los instrumentos que propondría serían los diagnósticos participativos por barrios, que atiendan no solo a los representantes vecinales sino a todos los colectivos presentes en cada territorio.